
La caída del Sur del Imperio Inca y la Conquista del Río de la Plata
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XLa caída del Imperio Inca y la Conquista del Río de la Plata

La caída del sur del Imperio Inca y la Conquista del Río de la Plata
Como la vieron los habitantes de esta tierra
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Conoce la historia originaria
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Libro Tapa Blanda
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eBook
- Descarga la versión digital con más colores, multimedia y el making of de la investigación
- Incluye 4 mapas, 20 imágenes a todo color y acceso a la intranet del lector
- Con 100 biografías de los personajes históricos que aparecen en el libro, muchos de ellos inéditos

Nuestra Identidad Colectiva está en el Origen

(fragmento) ... mientras tanto en la fortaleza de Esquile arrebatada a la guarnición inka, aguardan los combatientes guaraní-chiriguano. Algunos de ellos pertenecen a los famosos Guardianes de la Neblina, guerreros místicos que buscan la perfección espiritual. Otros son miembros del Kereimbá, un grupo de élite formado por temerarios guerreros suicidas que se convierten en tigre cuando entran en acción. A su lado luchan los Tapíy, exclavos-soldado de nacionalidad arawaq, adultos, padres de familia obligados a luchar. Escudos humanos que siempre marchan por delante. Y también están los jóvenes mestizos hijos de madre arawaq y padre guaraní, que quieren demostrar su valor para mejorar en la escala social. Ellos son los más violentos. Tienen que demostrar que pueden alcanzar el Aguyé, la perfección, como si fueran auténticos guaraní. Van a la guerra llenos plumas, pircings de hueso y tatuajes. Visten corazas de cuero y collares de plata y oro que brillan al sol, deslumbrando al oponente. Antes de luchar bailan durante días en derredor del enemigo para hechizarlo, y se transforman literalmente en animales durante el combate. Adquieren los poderes de la selva, resistencia infinita, super oído, visión nocturna, invulnerabilidad, percepción psíquica. Según el antropólogo riograndense Carlos de Moraes “la idea de kerembá expresa de forma contundente cómo los seres de la selva pueden modificar los cuerpos humanos transformándolos en una especie de super-héroes” una explicación que este investigador recolectó del mburuvicha de la comunidad de Massiambú quien le aclaró que, “... en aquella época existía en algunas ciudades guaraní una especie de guardián llamado kerembá, al cual lo iban preparando desde niño. Este kerembá no era un ser humano normal, nadie podía alcanzarlo, podía escuchar y ver todo lo que ocurría en la selva. Y conocía todos los trucos que nos brinda la naturaleza. Era ágil, rápido y podía ver muy lejos, como un águila”. Los hombres que ocupan la fortaleza hacia donde baja la gente de Almagro son todos guerreros. Hay que destacar este punto. No hay mujeres y niños ni personas mayores en esa fortaleza. No es una tava, una ciudad guaraní de las muchas que pueblan la frontera inka, con sus huertas y selváticos cotos de caza, sus niños riendo y sus arroyos de aguas cristalinas...
Seguir leyendo...¿Qué es Incas, Conquistadores y Jaguares?
Es un libro de divulgación histórica, que por primera vez narra la caída del sur del Imperio Inca y la Conquista del Río de la Plata desde el punto de vista del liderazgo inca y guaraní y no de los invasores.
¿ Y qué estaba pasando cuando llegaron?
Generalmente se ha presentado la Conquista desde la mirada de los cronistas hispanos, pero hoy sabemos que los incas estaban divididos en una guerra civil y uno de sus bandos involucró deliberadamente a guerreros selváticos y sicarios europeos como fuerza de choque para hacerse con el poder.
Personas Verdaderas en la Tierra Sin Mal
A través de una nueva interpretación de crónicas de la época y fuentes indígenas recientemente descubiertas, Incas, Conquistadores y Jaguares indaga en la geopolítica del Imperio Inca y su enfrentamiento con el poder hegemónico guaraní, y la forma en la que ambos modelos se relacionaron con las potencias europeas.
Jaguar, Caballo y Poder. Un Negocio Argento
En la primera parte del libro se presenta el escenario donde se desarrollan los hechos y la trama en la que se mezcla el sofisticado juego de poder andino, el mesianismo guaraní y los intereses de la banca europea. En la segunda parte se detalla la intervención sobre las 5 provincias incas del sur por parte de la Monarquía Hispánica y la alianza hispano guaraní para hacerse con las minas de plata del Potosí.
¿Qué es Incas, Conquistadores y Jaguares?
Es un libro que narra, por primera vez, la caída del sur del Imperio Inca y la Conquista del Río de la Plata desde el punto de vista del liderazgo inca y guaraní. El poder que emanaba del Imperio Inca se proyectaba sobre las tierras bajas donde los guaraníes eran hegemónicos, y la centralidad política la ocupaba el enfrentamiento entre ambos.
¿Qué estaba pasando cuando llegaron los extra continentales?
Generalmente se ha presentado la Conquista desde la mirada de los cronistas hispanos, pero hoy sabemos que los incas estaban divididos en una guerra civil y uno de sus bandos involucró deliberadamente a guerreros selváticos y sicarios europeos como fuerza de choque para hacerse con el poder.

(fragmento)...mientras tanto en la fortaleza de Esquile, arrebatada a la guarnición inka, aguardan los combatientes guaraní-chiriguano. Algunos de ellos pertenecen a los famosos Guardianes de la Neblina, guerreros místicos que buscan la perfección espiritual. Otros son miembros del Kereimbá, un grupo de élite formado por temerarios guerreros suicidas que se convierten en tigre cuando entran en acción. A su lado luchan los Tapíy, exclavos-soldado de nacionalidad arawaq, adultos santiagueños y tucumanos, padres de familia obligados a luchar. Escudos humanos que siempre marchan por delante. Y también están los jóvenes mestizos hijos de madre arawaq y padre guaraní, que quieren demostrar su valor para mejorar en la escala social. Ellos son los más violentos. Tienen que demostrar que pueden alcanzar el Aguyé, la perfección, como si fueran auténticos guaraní. Van a la guerra llenos plumas, pircings de hueso y tatuajes. Visten corazas de cuero y collares de plata y oro que brillan al sol, deslumbrando al oponente. Antes de luchar bailan durante días en derredor del enemigo para hechizarlo, y se transforman literalmente en animales durante el combate. Adquieren los poderes de la selva, resistencia infinita, super oído, visión nocturna, invulnerabilidad, percepción psíquica. Según el antropólogo riograndense Carlos de Moraes “la idea de kerembá expresa de forma contundente cómo los seres de la selva pueden modificar los cuerpos humanos transformándolos en una especie de super-héroes” una explicación que este investigador recolectó del mburuvicha de la comunidad de Massiambú quien le aclaró que, “... en aquella época existía en algunas ciudades guaraní una especie de guardián llamado kerembá, al cual lo iban preparando desde niño. Este kerembá no era un ser humano normal, nadie podía alcanzarlo, podía escuchar y ver todo lo que ocurría en la selva. Y conocía todos los trucos que nos brinda la naturaleza. Era ágil, rápido y podía ver muy lejos, como un águila”. Los hombres que ocupan la fortaleza hacia donde baja la gente de Almagro son todos guerreros. Hay que destacar este punto. No hay mujeres y niños ni personas mayores en esa fortaleza. No es una tava, una ciudad guaraní de las muchas que pueblan la frontera inka, con sus huertas y selváticos cotos de caza, sus niños riendo y sus arroyos de aguas cristalinas...
Seguir leyendo...Personas Verdaderas en la Tierra Sin Mal
A través de una nueva interpretación de crónicas de la época y fuentes indígenas conoceremos la geopolítica del Imperio Inca, su enfrentamiento con el poder guaraní, y las potencias europeas.
Jaguar, Caballo y Poder. Un Negocio Argento
En la primera parte veremos el escenario donde se desarrollan los hechos y el juego entre el sofisticado poder andino, el mesianismo guaraní y la banca europea. En la segunda parte conoceremos cómo fue la intervención sobre las 5 provincias incas del sur por la Monarquía Hispánica y sus aliados guaraníes y como se hicieron con las minas de plata del Potosí.
El autor José Luis Picciuolo Valls
Escribí este libro porque quería saber de dónde veníamos y no me convencía el cuento de que todo empezó en 1810.Nací a fines de los años 50, en la frontera de Argentina y Brasil donde la gente habla castellano, portugués y guaraní. Al igual que todos los argentinos soy mestizo, y no de dos ni tres sino de muchas mezclas. Mis ancestros paternos eran cruza de italiano con español y los maternos, criollos mixturados de charrúa y guaraní. A los 19 años me fui solo al Cuzco, donde mis amigos me hablaban en quechua. Era muy joven y ya estaba ya buscando el origen de nuestra historia. Pero los libros sólo me contaban una parte, era un relato que no me convencía, no me identificaba. Las canciones populares, los nombres de los ríos y montañas, la gente en las calles me hablaban de otra historia. Tuve que remontarme cada vez más hacia atrás, buscando la historia originaria…
El mundo de Incas, Conquistadores y Jaguares
Los próceres anteriores
Hay una historia antes de La Historia
Quién era quién en la política Argentina del siglo 16. El libro incluye 100 biografías, muchas de ellas inéditas
Ynes Komane / Sacerdotisa

Karaí Otiguará / Shamán

Challku Yupanqi /Gobernador

Kuraka Palla / Princesa

Juan de Betanzos / Traductor

Titaqin Kallchaq / Presidente

Historia Originaria del fin del mundo
Historias que hablan de personas, animales, espíritus y naturaleza, historias que hablan del poder.Las historias que ahora vas a conocer realmente sucedieron. Sus protagonistas dejaron escritos y restos físicos que los historiadores y arqueólogos están traduciendo. Hay testamentos, pleitos, escudos de armas, cartas escritas a un padre, perlas venecianas, vasos, flechas, encantamientos almacenados en nudos. Hay redes de pesca, pieles de 500 años y las miradas de dos niñas congeladas por un rayo en las alturas salteñas. Hay estrellas dibujadas en la piedra, el rostro de un profeta guaraní a orillas del Paraná. Poemas a una abuela que se convirtió en luna. Hay barcos y arcabuces. Hay bosques almacenados en la fría estratigrafía de la tierra. Y testamentos de gente que se amaba. Y también está la dura piedra que atravesó un yelmo en Buenos Aires. Son las historias más antiguas de nuestros antepasados, de las cuales tenemos alguna base empírica que nos permita decir, esto quizás sucedió así. Nosotros llegamos a ellas buscando respuesta a lo que nos pasa. Juntas forman una historia que habla del principio, de fundaciones e incendios, de la vida y de la muerte. Pero también de la música y el fuego que sonó e iluminó la zona más austral del mundo. Y como sucedió en el sur del sur y habla de personas, animales, espíritus y naturaleza, realmente podemos decir que en definitiva habla de todo, que habla del poder y del origen. Que es una historia originaria del fin del mundo.
Capítulo 1
En qué estábamos
Cuando llegó Don Pedro de MendozaEnero de 1536
Durante el gobierno del Apu Challku Yupanqi, gobernador de las cinco provincias inka de Argentina, se inició la invasión europea por el sur del Imperio. El Adelantado Don Pedro de Mendoza con 2.000 efectivos entre españoles, alemanes y guaraníes brasileños desembarcó y ocupó la playa del río donde hoy esta Buenos Aires. Los banqueros de la Casa Welser habían apostado fuerte por él, dos de los catorce grandes buques de su armada transportaban mercaderías financiadas por el banco para comerciar con el Inka y otras autoridades locales. Un fuerte escuadrón de mercenarios alemanes provistos del sistema de armas más letal de Europa los custodiaban. En ambos buques se apilaban vajillas venecianas, tejidos finos, armas y herramientas de acero. Todo era carísimo y completamente nuevo en estas tierras, a cambio pretendían acceder a los metales preciosos y perlas del “rey blanco” como llamaban al Inka. Lo de blanco era por la platería que lo cubría, por el argento, y “Terra Argentea” llamaron a las orillas de la caprichosas aguas marrones del río. Las valiosas mercancías estaban vigiladas por esos mercenarios, veteranos de las guerras europeas y verdadero ejército privado del los Welser. Iban armados con descomunales espadas de dos metros de largo y arcabuces que sembraban terror en el campo de batalla. Mirando la costa del río, los loros barranqueros sobrevolando las arboledas del Paraná y las lejanas humaredas de las ciudades guaraní escondidas en la selva del delta, no tenían forma de saber que seis meses después los dos barcos estarían ardiendo en el estuario y la mayoría de ellos habría muerto, bien debilitados por el hambre o degollados por el delgado filo de una takapé, la espada-clava de los combatientes guaraní. Mientras se montaba la cabeza de playa de Buenos Aires el gobernador Challku estaba en Catamarca, en la ciudad de El Shinkal, la moderna capital inka de Argentina, un enclave espectacular con un diseño urbano que imitaba el de Cuzco y que había sido inaugurado hacía pocos años como centro administrativo. En Catamarca Challku estaba acordando con los Titaqin, los jefes territoriales diaguita, el protocolo de un evento muy importante, el próximo arribo del Inka Pawllu y su nuevo aliado, Don Diego de Almagro. Al ser el funcionario de más alto rango en Argentina, Challku tenía que garantizar que la comitiva de Pawllu, heredero al trono, fuera bien atendida.
<— Atawallpa,“Uno de los hombres más nobles y ricos de la tierra” según André Thevet en “Retratos de Hombres Ilustres, Griegos, Latinos y Paganos”, 1575.
Capítulo 1
En qué estábamos
Cuando llegó Don Pedro de MendozaEnero de 1536
Durante el gobierno del Apu Challku Yupanqi, gobernador de las cinco provincias inka de Argentina, se inició la invasión europea por el sur del Imperio.
El Adelantado Don Pedro de Mendoza con 2.000 efectivos entre españoles, alemanes y guaraníes brasileños desembarcó y ocupó la playa del río donde hoy esta Buenos Aires.
Los banqueros de la Casa Welser habían apostado fuerte por él, dos de los catorce grandes buques de su armada transportaban mercaderías financiadas por el banco para comerciar con el Inka y otras autoridades locales.
Un fuerte escuadrón de mercenarios alemanes provistos del sistema de armas más letal de Europa los custodiaban. En ambos buques se apilaban vajillas venecianas, tejidos finos, armas y herramientas de acero.
Todo era carísimo y completamente nuevo en estas tierras, a cambio pretendían acceder a los metales preciosos y perlas del “rey blanco” como llamaban al Inka.
Lo de blanco era por la platería que lo cubría, por el argento, y “Terra Argentea” llamaron a las orillas de la caprichosas aguas marrones del río.
Las valiosas mercancías estaban vigiladas por esos mercenarios, veteranos de las guerras europeas y verdadero ejército privado del los Welser. Iban armados con descomunales espadas de dos metros de largo y arcabuces que sembraban terror en el campo de batalla.
Mirando la costa del río, los loros barranqueros sobrevolando las arboledas del Paraná y las lejanas humaredas de las ciudades guaraní escondidas en la selva del delta, no tenían forma de saber que seis meses después los dos barcos estarían ardiendo en el estuario y la mayoría de ellos habría muerto, bien debilitados por el hambre o degollados por el delgado filo de una takapé, la espada-clava de los combatientes guaraní.
Mientras se montaba la cabeza de playa de Buenos Aires el gobernador Challku estaba en Catamarca, en la ciudad de El Shinkal, la moderna capital inka de Argentina, un enclave espectacular con un diseño urbano que imitaba el de Cuzco y que había sido inaugurado hacía pocos años como centro administrativo.
En Catamarca Challku estaba acordando con los Titaqin, los jefes territoriales diaguita, el protocolo de un evento muy importante, el próximo arribo del Inka Pawllu y su nuevo aliado, Don Diego de Almagro.
Al ser el funcionario de más alto rango en Argentina, Challku tenía que garantizar que la comitiva de Pawllu, heredero al trono, fuera bien atendida